Antes, pues, que se realice la consagración, el pan es pan; pero cuando sobre él descienden las palabras de Jesucristo, que dice: "Esto es mi cuerpo", el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo. San Agustín

martes, 1 de marzo de 2011

LITURGIA, COSMOS, HISTORIA - CAPITULO II

LITURGIA, COSMOS, HISTORIA
Para nosotros puede ser difícil, establecer una relación entre liturgia cosmos e historia, para encontrar esta relación podemos decir como el testo, que el culto tiene una orientación cósmica respecto a las religiones teístas mientras que en el antiguo testamento y el cristianismo poseen un sentido histórico.
Podemos establecer esta relación con el origen de todo, ala la luz de la fe que es Dios nuestro señor que en nuestros tiempos se manifiesta por medio de su hijo Jesucristo, es preciso tener presente que todo en el orden cósmico parte de un principio; para la liturgia o el culto mas este principio es el mismo Dios al cual le rendimos culto.
En este proceso histórico de la fe y del culto partimos desde nuestra religión cristiana en la cual nosotros utilizamos muchos símbolos para la representación de nuestra fe, es a trabes de estos signos, que nosotros damos gracias a Dios y estamos en un constante dar gracias, culto y adoración, para más adelante poder recibir; en un proceso histórico y cósmico, los dioses necesitan de los hombre piara que le rindan tributo, pero los hombres por nuestra parte buscamos y necesitamos de esos  dioses, para que nos regalen su gracia y bendición.
En este hecho cósmico e histórico es preciso dar a conocer que hay días en que el esclavo y el señor son iguales, pero que por consiguiente y por la gracia que nos brinda Dios en sus manifestaciones nos muestra que nosotros tendemos a caer, pero que estamos dispuestos a cambiar en muchos aspectos, y esto solo lo podemos lograr por medio de nuestro cambio, que el mismo nos brinda y que nosotros le retribuimos con el culto y la liturgia de acción de gracias por la cual le manifestamos nuestra gratitud.
Esta gratitud se ve reflejada en el amor mutuo que hay entre Dios y el hombre, reconociendo que al amar a Dios se le está adorando, a ejemplo de los padres de la iglesia, nosotros estamos sujetos a unos cambios o a un caos cósmico, que evadimos cuando establecemos una alianza y unos compromisos que demuestran que a pesar de los cambios actuales, estamos dispuestos a nunca apartarnos de su lado, dándole gracias, pidiéndole su bendición y ofreciéndole verdaderos sacrificios, sacrificio que debemos comprender como san Agustín el verdadero cambio de la humanidad desde el amor, para que así Dios que es amor, se manifieste y este presente todo en todas las cosas.
La finalidad del culto es la divinización, en un mundo de libertad; Teilhard contempla a Cristo como la energía tractora que lo lleva todo a la noosfera y que, por último, lo incluye todo dentro de su “plenitud”. Para Teilhard la eucaristía marca, la dirección del movimiento cósmico, misterio por el cual se manifiesta Cristo a través de los tiempos, por medio de la celebración del compartir, hay un proceso cíclico que se da en el proceso histórico, en el que Cristo es centro y no cambia para con su relación con nosotros los hombres por medio del amor, en el transcurso de la historia, nosotros buscamos medio distinto para manifestar nuestra adición a Dios, actos y cultos que son de distintas índoles como actos de acción de gracias, petición, piedad, etc.
La libertad se convierte en el punto de interacción entre el ser creado y el ser divino, es entorno al cosmos que giran los hechos históricos, en el que Dios es principió vivo a quien a través de los tiempos hemos aprendido a adorar y a rendirle un culto en base al amor que desde siempre y por siempre está presente en nuestro universo.
ATT: Sergio Esteban Arango Herrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario