LITURGIA, CULTO Y VIDA: ESPACIO DE LA LITURGIA EN LA REALIDAD.
Este informe lo podemos direccionar en base a las preguntas con las que inicia el autor del libro introducción al espíritu de la liturgia de Joseph Ratzinger quien gracias a su gran formación doctrinal nos pregunta: ¿Qué es la liturgia?, ¿Qué es lo que ocurre cuando se celebra? ¿Qué clase de relación encontramos en ella?, es así como a lo largo de la lectura trata de dar explicación y respuesta a estos cuestionamientos, Claramente observamos que el fin del escritor es hacer que el lector encuentre el significado de liturgia y poner la relación que existe entre liturgia, culto y vida.
Es necesario que para hablar primero de la relación y cómo podemos integrar culto y liturgia en nuestra viada de cristianos primeramente observaremos el significado de estas palabras a la luz de la fe.
Liturgia: Se llama liturgia al culto público de la Iglesia, efectuado como Iglesia, en nombre de la Iglesia y en comunión con la Iglesia. Este incluye ritos y ceremonias con que expresamos el culto a Dios. La liturgia principal es la Santa Misa.
«A través de los signos sacramentales bebemos de las fuentes de la salvación para ser plasmados y transformados hasta conformar nuestra vida con la de Cristo», definición que nos regala el Cardenal Sodano.
«A través de los signos sacramentales bebemos de las fuentes de la salvación para ser plasmados y transformados hasta conformar nuestra vida con la de Cristo», definición que nos regala el Cardenal Sodano.
Culto: en latín (cultus), preparado o capacitado para algo, que cultiva alguna cosa y la cuida. Podemos decir pues, que ofrecer culto es tener un tiempo preparado, trabajado y ofrecido a Dios. El culto cristiano es un servicio, un homenaje, una ofrenda de adoración y acción de gracias que encierra en sí misma un triple testimonio: Honrar a Dios con la adoración, Bendecir a la iglesia con la edificación, Testificar al mundo con la proclamación, definición de Juan Varela.
Tanto la liturgia como el culto van íntimamente unidos en la vida de un cristiano, aunque el culto es esa manifestación que nosotros hacemos de nuestra fe por medio de algún momento, gesto o representación, está encaminada al fin último que es alabar al señor y demostrarle por medio de el culto y las acciones litúrgicas que él es el principio y fin de nuestra vida, pero además existe una parte en la iglesia que es la liturgia, la que de una u otra forma se encarga de de que esas manifestaciones a través del culto, se den de una forma organizada, con un verdadero sentido cristiano a la luz de la doctrina de la Iglesia que muy sabiamente a propiciado a sus fieles un espacio litúrgico que nos permite realizar de una forma más clara , organizada y con sentido nuestras expresiones y manifestaciones de la fe hacia Jesucristo.
Como en los tiempos antiguos se rendía culto a Yahvé a través de cantos, ofrendas, etc., nosotros hoy en día ofrecemos nuestros dones y carismas a través de acciones litúrgicas, que son nuestros cultos actuales que en unión con nuestra vida ofrecemos y presentamos a Jesús centro y culmen de nuestra fe.
Jesucristo diariamente se nos manifiesta a través de distintos acciones litúrgicas como los sacramentos y la eucaristía, que se convierte en el culto litúrgico principal de nosotros como cristianos, en esta celebración que tiene unos momentos litúrgicos, centrales y fundamentales en los cuales Jesucristo se nos hace presente, ya sea a través de su palabra o la fracción del pan que nos muestra a un señor que responde al llamado que sus hijos le hacemos y al cual el responde por medio de las bendiciones que día a día nos regala.
Debemos tener presente que hay una unidad no solo conceptual sino practica entre culto y liturgia, las dos expresiones que nos muestran como el hombre se vale de momentos y acciones para agradar a su Dios, como actos de amor y entrega filial de nosotros para con el señor, solo teniendo presente lo anterior podremos tener una verdadera manifestación de nosotros quienes a través de la liturgia y del culto, logramos tener una armonía y coherencia entre fe y vida, que se manifiesta en nuestra vida personal y comunitaria de verdaderos cristianos a ejemplo de Jesucristo, principio y fin de toda manifestación litúrgica de fe.
ATT: Sergio Esteban Arango Herrera
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